Nada de viaje.
En 2016, decidimos no hacer viajes fuera porque teníamos un gran proyecto: apoyar a mi hija para que completara su carrera universitaria, lo cual implicaba muchos gastos. Por eso, optamos por actividades que representaran menos coste.
Nos quedamos ese año haciendo camping local, además de realizar senderismo y rutas en bicicleta por las montañas. Fue una decisión muy acertada, porque durante ese tiempo descubrimos muchos lugares de la isla y disfrutamos de cada momento de felicidad al máximo.
Aquí os dejo un vídeo:
Os dejo también fotos:
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Los Balcanes.
Conocer los Balcanes fue una experiencia muy especial. Ver la casa donde vivía mi pareja, caminar por las calles que él recorría, conocer su cultura y sumergirme en toda su historia fue realmente emocionante.
Si me habéis seguido hasta aquí, os daréis cuenta de que menciono este viaje en el blog titulado: Cómo aprendí a esquiar…, que fue en 2017.
Como ya sabéis, estuvimos un mes, y la mayor parte del tiempo la pasamos en Sarajevo. Visitamos museos muy interesantes que abarcaban toda la historia de la región, desde la conquista por el Imperio Turco hasta la guerra civil de los años 90. Lo más fascinante fue la combinación que dejaron estos dos imperios: el Turco y el Austrohúngaro, lo que convierte a la ciudad en una mezcla de culturas tan diferentes.
En pleno centro hay una calle que empieza con edificaciones de estilo austríaco, y en la mitad de esa calle hay una línea en el suelo que marca el comienzo de la parte turca. ¡Es increíble! También visitamos varios restaurantes donde probamos la deliciosa comida típica de Bosnia, que también fusiona ambas culturas. Es una experiencia muy única y, si quieres descubrir algo diferente, te recomiendo visitarla.
Aquí os dejo un vídeo:
Galería de fotos:
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